No les quedará más remedio que humillarse entre los cautivos
    o morir entre los masacrados.

A pesar de todo esto,
    la ira de Dios no se ha aplacado;
    su mano aún sigue extendida.

Juicio de Dios sobre Asiria

«¡Ay de Asiria, vara de mi ira!
    ¡El garrote de mi enojo está en su mano!
Lo envío contra una nación impía,
    lo mando contra un pueblo que me enfurece,
para saquearlo y despojarlo,
    para pisotearlo como al barro de las calles.

Read full chapter

Bible Gateway Recommends